jueves, 22 de diciembre de 2011

RUTA MOTERA ATÍPICA.

21-12-11

La crónica de esta ruta está dedicada a los habituales de nuestras salidas que en esta ocasión por unos motivos u otros no pudieron acompañarnos: Annette, Antonio, Ayuso y mi compi Juan.

Ayer, a las nueve de la noche, me llama por teléfono José Pedro para decirme que como tiene que gastar unos días libres antes de que acabe el año, había pensado salir a dar una vuelta en moto y me pregunta si quiero acompañarle.

Jajaja, pocas excusas me hacen falta a mi para apuntarme a un bombardeo y si el bombardeo es en moto mejor que mejor.

Según cuelgo el teléfono me acuerdo de otro que se apunta a estos bombardeos, mi compi Juan, ahora está liado con un trabajo diferente y como esta salida ha sido tan "de última hora" no puede acompañarnos.

Al resto de "habituales" les es imposible dejar sus trabajos un día entre-semana para salir en moto por lo que a media mañana solamente José Pedro y yo estamos dispuestos a pasar una bonita jornada en moto.

Estas son las MAQUINAS protagonistas
La Poderosa, como así la llama José Pedro, y mi Pan€ que todavía no tiene nombre de guerra.

No hace mucho calor pero el sol intenta calentar todo lo que puede si tenemos en cuenta que estamos en pleno mes de Diciembre.

La idea es salir a disfrutar del día tan estupendo que tenemos, rodar por carreteras lo menos rectas posibles y cuando llegue la hora de comer meternos en Avila a reponer fuerzas.

La ruta la vamos decidiendo sobre la marcha, hasta Avila resultó que recorrimos más de 200km cuando en linea recta está a poco más de 100km.

A José Pedro le pasa algo parecido que a mi: cuando nos subimos en la moto solo nos paramos cuando el depósito de gasolina avisa de que está vacío, o cuando el depósito de pis avisa de que está lleno, o también cuando en la carretera nos detiene un STOP.



Para que quede constancia de lo bien que nos lo pasamos y el día tan esplendido que pillamos, tengo que hacer las fotos "sobre la marcha" porque ni el ni yo queremos parar ni un momento.



El color blanquecino de la carretera es por la sal que echan a destajo para que el viaje no quede soso.



Los colores del día y del paisaje son preciosos.


                                                    En plena trazada divirtiéndonos como enanos.


¡¡¡Cuidadín que también hay radares esperándonos!!!


Siempre me ha encantado llegar al final de este repecho de la carretera y encontrarme con esto:

Este buitre sobrevolaba por encima de José Pedro con no muy buenas intenciones.

Como al final el buitre no se llevó a J.P. seguimos disfrutando de las curvas, de la carretera y del día.

Al final de la carretera nos espera Avila, con sus murallas abiertas y olor a chimenea encendida.

Pero antes hay que subir por el frío y resbaladizo empedrado, a la sombra de la muralla, para alcanzar nuestra meta.

Por fin nos sentamos a comer las típicas revolconas calentitas y unos buenos huevos con chorizo, se nota que somos adictos a la cocina "de diseño" y baja en calorías ¿a que sí?.



No hay mucho tiempo para reposar esta frugal comida pues a las 17:30 ya anochece y a mi me esperan en casa para terminar de comprar regalos de reyes para la familia por lo que aprovechamos un poco más para seguir exprimiendo el día tan fantástico que nos ha tocado y ponemos punto y aparte a la jornada motera tomando un cafetín en un conocido punto de reunión.


Espero no haber puesto los dientes muy largos a los que no pudisteis venir, bueno en realidad si, ojala en la próxima salida estemos todos.
FELIZ AÑO 2012 Y MUCHOS KILÓMETROS DE DISFRUTE PARA TODOS.

viernes, 9 de diciembre de 2011

POR UN PLATO DE REVOLCONAS.

08-12-11.

Estamos en pleno macro-puente de la Constitución y la Inmaculada, teníamos pensado salir a pasar el día dando una vuelta en moto pero anoche las previsiones eran poco optimistas pues una niebla espesa, como cuando en los garitos se podía fumar, no dejaba ver desde la ventana de casa ni 50 metros más allá.

Por suerte esta mañana el sol ha ganado la batalla a la niebla y no hay ni una nube en el cielo, lo que si hay son unos 4ºC a primera hora.

Vamos a dejar que la temperatura suba un poco y caliente el ambiente pues no tenemos prisa y la idea es pasar el día fuera de casa.

Mientras desayunamos comentamos que no estaría mal comernos un buen plato de patatas revolconas, calentitas, con esos torreznos adornando por encima como si fueran barquitos dentro de la típica cazuela de barro. Hace tiempo que no las probamos y por la época del año y las temperaturas que hay ya apetecen.

Destino para hoy: Avila, pues es el lugar donde mejores platos de patatas revolconas hemos probado.

Son las 11:00, le hemos dado un tiempo prudencial al sol para calentar y salimos bien equipados para no pasar mucho frío. Desde la M-40 ya vemos que la Sierra está despejada de nubes y nieblas, esto promete.

La primera parada del camino es en el Puerto de la Cruz Verde.


En esta terraza-solarium motera siempre encontramos motos sea cual sea el día y época del año.


Pasamos un buen rato sentados en las mesas, tomándonos un refresco tranquilamente y viendo pasar motos constantemente, es una actividad que entretiene y relaja bastante.


Al cabo de un rato el pequeño parking se empieza a llenar bastante, por los cuatro puntos cardinales suenan motos llegando o marchándose.

Para los que nos gustan las motos y todo lo que conlleva esta afición, es parecido a ver una exposición de modelos: cada uno trae su modelo de moto, su modelo de mono de piel o cordura, su casco, unos más conjuntados, otros más recientes, otros más veteranos.

Podríamos pasar horas en este continuo trasiego de motos pero el tiempo se nos hecha encima y tenemos que llegar a Avila.

Otro alto en el camino para ver el paisaje.



Las vistas merecen una parada corta

Silbando tranquilamente a 120km/h la moto nos lleva hasta Avila, cruzándonos con un montón de moteros que han salido a aprovechar la mañana.

En Avila paramos para tomar el aperitivo al otro lado del río Adaja, en una terracita muy guapa. Además de disfrutar del aperitivo nos damos otro bañito de sol que hoy apetece mucho.


Parada en Los Cuatro Postes antes de adentrarnos en el interior de las murallas para buscar nuestro objetivo.


Zigzagueando entre los muchos turistas que hoy visitan Avila, volvemos a nuestro "Rincón" preferido donde nos sorprende gratamente que hoy día de fiesta, siga habiendo menú anticrisis y que dentro de este menú, esté incluido el tesoro que hemos venido a buscar.


Felices por haber cumplido la misión, pero con el botón de los pantalones a punto de saltar por los aires volvemos a casa por otra rutita donde no faltarán las curvas y las buenas vistas de la zona.


¿Donde hay que firmar para que el resto del invierno siga habiendo estos días y estas temperaturas?


Hasta pronto.