sábado, 20 de octubre de 2012

LA ROUTE DES COLS

     

                                                                                                

Hace tiempo que teníamos pendiente hacer este viaje y este año no queríamos dejar pasar la oportunidad de completar esta bonita ruta que recorre desde el Cantábrico hasta el Mediterraneo todo el Pirineo por su vertiente francesa, subiendo un total de 34 puertos de montaña, muchos de ellos grandes conocidos en las etapas de alta montaña en el Tour de Francia: Tourmalet, Aubisque, Soulor, etc.


Para preparar este viaje nos sirvió de gran ayuda esta dirección: http://www.laroutedescols.com/ y a través de ella fui preparando las rutas diarias y desvíos a la ruta principal que no queríamos perdernos en este viaje.

El punto de partida a esta ruta vacacional nosotros lo situamos en Irún, puesto que veníamos de pasar bastante calor en Mérida, el cambio de temperatura fue muy drástico. Al pasar Burgos cambiamos los guantes de verano por los de invierno y al entrar en Alava comienza a llover y la niebla nos acompaña en algunos tramos, a cambio, el paisaje (cuando podemos verlo) siempre verde es una delicia.

Teníamos claro que el tiempo durante este viaje pirenaico nos podía ofrecer estas situaciones por lo que.. "al mal tiempo, buena cara".

Llegamos a Irún y el GPS nos deja sin problemas a las puertas del hotel que había reservado la noche anterior desde el portatil (esta iba a ser la constante en la forma de encontrar alojamiento en días sucesivos).


Vaciamos las maletas en la habitación y acto seguido nos acercamos al centro de Irun para "llenar" nuestros estómagos pues es hora de comer.



¿Y que mejor forma de alimentarse en esta zona, que haciendo un recorrido por los bares probando sus riquísimos pintxos y tapas?


Después del obligado descanso y reposo para hacer bien la digestión, damos una vuelta por la ciudad a pesar de que seguía lloviendo, incluso nos acercamos hasta Hondarribia que tanto a Annette como a mi nos pareció mucho más bonito que el gris y triste Irun.



Para terminar el día y estar descansados antes de la primera etapa interesante de montaña, cenamos en el hotel y nos acostamos viendo desde la ventana como la lluvia continua incansable.

19-09-12

Madrugamos un poco pues son muchas las ganas de encontrarnos con esas carreteras y paisajes que nos esperan, la primera alegría es ver que por lo menos ha parado de llover.

Un buen desayuno en el cuerpo para aguantar lo que nos echen por delante y a las 9:30 estamos buscando los indicadores hacia Francia, llegamos en 10 minutos, no le ha dado tiempo a la moto a calentarse y ya hemos pasado la inexistente frontera.

Desde St. Jean de Luz tomamos la carretera D-918 que a semejanza de nuestra N-260, cruza el Pirineo por el lado francés.

Al poco tiempo comenzamos a ver las primeras elevaciones montañosas cubiertas de un tapiz verde continuo a modo de alfombra interminable.



Uno de nuestros primeros puertos que pasamos en el día de hoy es el Col de Saint Ignace a tan solo 169m. sobre el mar.


Y sobre el, el característico cartel de "La Route des Cols" indicando el camino correcto para seguir sin problemas la ruta. (estos primeros días es muy sencillo seguir la ruta gracias a los carteles, luego echamos en falta una mejor señalización y en la parte final vuelve a ser muy fácil seguir la ruta).


Otra de las constantes en esta ruta fue el cruzarnos con muchos otros moteros, tanto nacionales como extranjeros, que también hacían el mismo viaje que nosotros.


Por carreteras maravillosas para disfrutar de la moto, por los paisajes, por su trazado, como también por su buen asfalto...


...llegamos a Saint-Jean-Pied-de-Port, localidad muy conocida por ser lugar de paso obligado en el Camino de Santiago. Buscamos un hueco seguro para dejar la moto aparcada un rato, mientras, damos un paseo por la ciudad que hoy tiene un montón de visitantes y peregrinos.






Aprovechamos también para comprar un par de recuerdos y volvemos en busca de la moto que se ha quedado esperando pacientemente nuestro regreso, para seguir por estas carreteras que dejan con la boca abierta a cualquiera (más aun si se hacen en moto).



Esta zona es una verdadera Montaña Rusa hecha para mayores


 la diversión estaba asegurada y lo estábamos pasando en grande


los ojos como platos y una sonrisa que no nos cabía dentro del casco




Un interminable subir y bajar por una carretera perfecta, adornada por rebaños de ovejas y vacas que salpican el manto verde de las montañas.


Y con tanta curva y contracurva se nos está pasando la maldita hora a la que los franceses acostumbran a comer, una de las peores cosas que tienen "los vecinos" es lo pronto que acostumbran a comer, y como no nos espabilemos nos encontraremos con las cocinas cerradas.

Por suerte encontramos un pequeño restaurante al pie de la carretera en el que paramos.


y pese a nuestro nulo conocimiento de francés, nos hacemos entender lo suficiente para hacer el pedido y quedarnos con el estómago lleno y muy a gusto.


Un rebaño de ovejas rompe la tranquilidad del entorno, parece que los pastores bajan de las montañas a sus rebaños por mitad de la carretera para encerrarlos en los corrales.



Volvemos a nuestra ruta pero el rebaño de ovejas no ha tenido suficiente tiempo para llegar a su corral.


Menos mal que este amable pastor-ciclista nos hizo una señal para que le siguiéramos y se puso a abrirnos paso con su bicicleta entre la manifestación ovejil  mientras nosotros íbamos pegados a su rueda.


Nos despedimos de el con un fuerte "Merciii" (gracias) que salió desde dentro de nuestros cascos al unísono.

Prácticamente terminando nuestra ruta de hoy tenemos que superar el Col de Marie Blanque, este puerto con tan bonito nombre ya tiene una altura respetable.



Y mucho mas bonito tanto en trazado como en paisaje cuando lo hacemos de bajada, teniendo frente a nosotros el Valle de Ossau



Antes de parar la moto por hoy, dejamos lleno el deposito a 1,63€ el litro, para que mañana todo esté preparado desde primera hora y no pensar en otra cosa que no sea pasarlo bien y dar gas.


Tenemos reservada una habitación en Laruns, en el "Hotel de France"




Exteriormente tiene un aspecto antiguo, viendo la llave da miedo pensar lo que abrá detrás de la puerta, pero las habitaciones tienen una decoración muy moderna, amplias, ducha con hidromasaje, wifi gratis y con bonitas vistas a las montañas,  la elección fue todo un acierto.


Antes de dar un tranquilo paseo por el pueblo para estirar las piernas y respirar paz y aire puro que tanto abundan por aquí, voy preparando lo que haremos en la etapa de mañana.



Mañana toca uno de los platos fuertes de este viaje, muchos puertos famosos, carreteras 100% perfectas para montar en moto y lo mejor de todo es que según la predicción del tiempo en la página de "meteofrance" va ha lucir el sol desde primera hora del día.

Creo que no podíamos tener más suerte.

20-09-12

Como decía antes, estamos en el día clave para nosotros de esta ruta. Intentamos madrugar para aprovechar todo lo posible el día, levantamos las persianas de la habitación y....ohhhhhh!!!


Precioso amanecer que presagia un día estupendo para montar en moto y sobre todo por estas carreteras.

A las 8:45 ponemos en marcha la moto que está literalmente como si se hubiera acabado de dar una ducha, totalmente mojada pues por la noche ha hecho un frío considerable, ahora el termómetro marca 8ºC.

Desde Laruns se empieza subiendo, no hay calentamiento que valga, y estas son las vistas que tenemos


Toda la ruta de hoy discurre por unas carreteras que podía considerarlas "Territorio Motero" compartido con "Territorio Ciclista" pues las alusiones al Tour de Francia y la cantidad de ciclistas emulando a sus ídolos que encontramos son incesantes.


Además de ciclistas, nos encontramos también otros usuarios de la carretera, por eso no hay que bajar la guardia.


Estas primeras rampas corresponden al Col de Aubisque, comienza el sol a iluminar los picos de las montañas mientras su falda está todavía a la sombra, curva tras curva cogemos altura y se suceden las paradas para hacer fotos.




Coronamos el Col de Aubisque de 1.709m



Aprovechamos para contemplar el paisaje que se puede ver desde aquí.


Además aprovechamos para probarnos unas bicis que tienen allí, aunque creo que nos quedaban un poco grandes a los dos.




Compramos los inevitables recuerdos de nuestro paso por este puerto y continuamos la marcha cruzándonos con más moteros en estas carreteras tan divertidas.


El siguiente puerto que encontramos es el precioso Col du Soulor que nos recibe con este aperitivo de lo que será la carretera.


Estrecha carretera cortada en la falda de la montaña en la que por un lado tienes el precipicio y por el otro tienes las rocas afiladas pasando a pocos centímetros de la cabeza.


Para añadir emoción a la carretera también tiene un par de túneles sin iluminación, uno de ellos con curva interior, abiertos a pico y pala, con el suelo siempre húmedo por las filtraciones de agua.


A pesar de todo, merece la pena hacerlo y después parar un momento para disfrutarlo.




Desde que empezamos la mañana solo hemos recorrido 50km y ha pasado 1 hora y media, imaginaos el ritmo que llevábamos.


Pero en vacaciones no pueden haber prisas, "la prisa mata" decía un amigo en Marruecos, y el día de hoy es para disfrutarlo con calma.


Dejamos la meditación y la contemplación para volver a la moto y comenzar la imparable bajada con un incesante festín de curvas y paisajes a cual mejor y más bonito.

El final de la bajada está en Argeles Gazost y desde aquí los carteles indican la dirección hacia el Tourmalet pero antes nos desviamos hacia Cauterets para recorrer la carretera encajada dentro del valle




Cauterets es un pequeño pueblo embutido dentro del valle y muy conocido por sus fuentes termales y estaciones de esquí. Las calles tienen hoy mucho bullicio gracias a los muchos veraneantes que la visitan. Nosotros no somos menos y también hacemos un recorrido por sus calles.


Terminada la visita volvemos sobre nuestros pasos.


Para poco después tomar otro desvio a la ruta principal, esta vez hacia Gavarnie.




Gavarnie es una localidad conocida por albergar el Circo y Cascada de Gavarnie, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco


Hay que cruzar el pueblo y llegar al extremo opuesto para ver el inicio de la ruta.


Y ante nosotros esta impresionante formación rocosa, si afinamos la vista también podemos ver la cascada de agua.



Algunos datos: la cascada es una de las más altas de Europa, con más de 400m de caída vertical. 
Esta muralla rocosa tiene un diámetro de seis kilómetros y es uno de los sitios más visitados de todos los Pirineos franceses. 
La pared alcanza 1.500m de altura desde el fondo del valle hasta algunas de las cumbres más altas del Pirineo.

Se puede llegar muy cerca de la caída de agua si estás dispuesto a hacer una buena caminata hasta allí, incluso podemos alquilar unos caballos que nos llevan cómodamente.


Pero nosotros lo dejaremos para una próxima vez en la que vengamos con ropa más apropiada pues la ropa de cordura y las botas de moto están reñidos con la práctica del senderismo.
Nos quedamos con la imagen de este cuadro que nos regala la naturaleza

                                                        (foto de internet)

Es el momento y la hora ideales para comer pues el pueblo tiene una buena cantidad de sitios donde hacerlo.

Hacemos de regreso los 30km que nos separan de la ruta principal ya que esta carretera no tiene salida.


Y nos espera otro plato fuerte en esta ruta pirenaico-francesa


Aunque por momentos pensemos que estamos en las calles de Pamplona en mitad de los encierros de San Fermín.


Nos estamos acercando ya al super conocido Col du Tourmalet y las montañas vecinas a este mítico puerto presagian lo que nos espera.



Compartiendo la carretera con los muchos ciclistas que quieren subir hasta la cumbre, nos impresiona ver desde lejos el final del puerto y el desnivel que nos queda por superar.


Y superadas todas las curvas, este es el paisaje que tenemos ante nosotros.


Comentábamos Annette y yo que habíamos tenido infinita suerte en hacer esta ruta en un día tan espléndido como el de hoy para poder disfrutar más si cabe de estos paisajes y estas carreteras.


Y no podíamos pasar por aquí sin hacer la típica foto



Sabemos que tiene más mérito sufrir en la bicicleta subiendo estas inhumanas rampas por eso también quisimos hacer la prueba.

La compra de recuerdos en las repletas tiendas del puerto nos ponen otra vez en marcha y comenzamos la vertiginosa bajada dirección a la estación de esquí de La Mongie, solitaria ahora pues no estamos en temporada alta.


En Ste. Marie de Campan tomamos dirección Arreau para sin solución de continuidad empezar a subir esta vez el Col d´Aspin 



Desde esta cima damos un vistazo a lo que tenemos por delante, en esa dirección tenemos que seguir nuestra ruta asi que la diversión no ha terminado ni mucho menos.


Tan pronto hemos terminado la bajada ya empieza la subida al siguiente, es como viajar por unos dientes de sierra.
Este sube-baja constante hace que se noten bastante los cambios de temperatura pero gracias a que estamos ya en septiembre y con el traje de cordura sobrellevamos bien estas variaciones.

Un puerto más, el Col de Peyresourde, con el paso del Tour de Francia reciente aun pintado en la calzada.




El ambiente motero no decae 


Y el broche final de puertos superados en el día de hoy lo pone el Portillón que hace frontera con España y nos deja en el Valle de Aran.


Descansaremos en Bossost, en el Hotel Garona


Tranquilo pueblo rodeado de montañas en el que el único ruido que se escucha es el paso del rio Garona por mitad del pueblo.



Dormimos a pierna suelta después de un día que vamos a señalar en rojo en el calendario porque nos lo hemos pasado genial: carreteras, paisajes, climatología. No se puede pedir más.


21-09-12.

Como si no hubiéramos tenido suficientes curvas ayer, nos levantamos con ganas de más. Al levantar la persiana de la habitación podemos ver que el sol vuelve a estar de nuestra parte y eso anima a descubrir lo que nos espera hoy.


Antes de pasar a suelo francés lleno el depósito de la moto con gasolina algo más barata pues los galos pagan  entre 1,60-1,70€ el litro de sin plomo.

Nos despedimos del Valle de Aran con estas vistas 


Y lo que prometía ser una jornada tranquila y relajada se convierte en peligrosa y dramática por mi culpa al fiarme del Tomtom cuando me indicó ir por una carretera que en principio era una cinta asfaltada en subida muy entretenida.


Luego se hizo más estrecha y con tráfico animal suelto


Pasó a ser una carretera con restos de haber estado algún día asfaltada


Y terminó siendo un camino de piedras, baches, charcos dispuesto a hacernos caer de la moto a cada metro.










Y lo peor de todo es que llegamos a una barrera donde se acababa el camino y no habia forma de seguir por lo que tuvimos que dar la vuelta y desandar los 20km que llevábamos por este infierno con una moto cargada a tope, dos ocupantes y con estas curvas.


Por suerte no pasó nada, salvo que el sudor corrió como un rio por mis brazos y espalda hasta que volvimos a la civilización, salimos airosos y la moto se comportó de maravilla tras esa paliza.

Retomamos la ruta correcta y ...¡¡como se disfruta y valora una carretera bien asfaltada cuando hemos estado al borde del desastre hace unos momentos!!


Hemos perdido toda la mañana por culpa de la equivocación pero tenemos todo el tiempo del mundo y las autoridades francesas nos recuerdan que no por correr más se llega antes.


Los puertos que cruzamos hoy son muy diferentes a los de ayer, Col de Mente, Col de Aspet, etc, están metidos entre la vegetación, los árboles cubren la carretera, apenas hay vistas del paisaje y las carreteras son en muchos tramos botonas e incómodas.

Vuelvo a la seguridad del mapa de toda la vida, menuda jugarreta nos ha hecho el dichoso Tomtom, estuve a punto de darle una patada y mandarle montaña abajo. 


Otro desvío a la ruta principal, esta vez previsto, para llegar hasta Foix con su altanero castillo vigilando la zona.


Construido encima de una roca, forma parte de una sucesión de castillos muy abundantes en la zona y que dan lugar a la Ruta de los Castillos Cátaros, dejamos su visita por ahora archivada para una futura ruta más detallada.


Y desde Foix estamos a un paso de la ciudad francesa que más veces hemos visitado, estoy hablando de Aix les Thermes con su famosa piscina de aguas termales en mitad de la plaza.


Como decía un anuncio: "un pueblito bueno" que nos acoge cada vez que vamos o volvemos de un viaje.




Con los más de 30ºC que marcaba el termómetro daban muchas ganas de meterse en el agua con moto y todo.


Y puesto que nuestras vacaciones siempre han estado abiertas a la improvisación y a decidir un poco sobre la marcha lo que más nos apetecía hacer en cada momento, nos vino la idea de hacer un alto en el camino en el "Pais de los Pirineos" (Andorra).

Por una amplia mayoría, 2 votos a favor y ninguno en contra, decidimos que tenemos días suficientes para finalizar esta ruta y no hay motivo para no disfrutar de unos días con la moto semi-aparcada, visitando las tiendas y otros atractivos alicientes que hay en Andorra.

Bonitos paisajes antes de cruzar la frontera 


A pesar de conocer Andorra de otras ocasiones, nos siguen encantando las vistas que tenemos frente a nosotros desde el Puerto de Envalira.


¿Y que decir de la carretera que baja prácticamente hasta la Seu de Urgell?, fantástica.






Para pasar estos días probamos suerte en el pueblo de Encamp y su hotel Coray, lo conocemos y nos gustó desde la primera vez que vinimos. Afortunadamente no hay problemas de ocupación en estas fechas por lo que la moto se queda en el garaje, la ropa colgada en los armarios de la habitación y no doblada en las maletas como hasta ahora, y las zapatillas listas para patear estas calles haciendo alguna compra.


22/23/24-09-12

Días de calma y sosiego disfrutando del buen tiempo, haciendo shoping, tumbing y olgazaning. 




Y también admirando otros atractivos 





En nuestro último día de relax cambia el tiempo, por la tarde entran un montón de nubes oscuras que nos hacen temer lo peor.

25-09-12.

Hemos descansado muy poco, en mitad de la noche se puso a llover con fuerza, el aire golpeaba las ventanas de la habitación y los truenos, gracias al eco de las montañas, sonaban mucho más fuertes de lo normal.
Nos llegamos a plantear el pasar algún día más en el hotel si amanecía con este tiempo tan hostil pero al despertar nos encontramos con este panorama.


O bien anoche Annette y yo tuvimos la misma pesadilla o ciertamente el tiempo en la montaña cambia de la noche al día.

A las 9:30 ya estamos notando el fresco en la cara subidos en la moto, todavía queda humedad en la carretera por lo que nos tomamos las curvas con calma hasta que el sol seque bien el camino.

Retomamos la ruta principal que hoy terminaremos en el mar Mediterraneo, poniendo fin a nuestro viaje hacia el este. 

Volvemos a encontrarnos con los paisajes de montaña entre curva y curva que ya empezábamos a echar de menos.

Nos llama la atención al pasar por Mont-Louis lo bien cuidada que está la Ciudadela amurallada del s.XVII

                                                                           (internet)

Dejamos su visita para otra ocasión y comenzamos una interminable bajada con indicadores que anuncian pendientes entre el 5-10%, muy divertida la carretera que hizo trabajar de lo lindo los frenos de la moto.

Llegamos a Prades y un McDonald´s al borde de la carretera nos salvará la comida puesto que hoy nos hemos pasado bastante la hora oficial francesa de comer.

Un último tramo de curvas franqueado por miles de viñedos nos separa de la costa mediterranea, antes de avistar el mar somos testigos de como unos gendarmes motorizados gracias a unos prismáticos galácticos, dan el alto a un coche que circulaba demasiado deprisa. 

Llegamos por fin a Collioure 


Un tesoro escondido en la costa


En esta ciudad murió en el exilio Antonio Machado


A esta hora estamos literalmente molidos de tanta curva pero, los paisajes de postal que descubrimos por estas carreteras retorcidas que dibujan la costa, nos animan a continuar un poco más.





Ya en territorio español pudimos ver los restos del reciente incendio que este verano afectó a Port-Bou 


 Port de la Selva nos recuerda a los pueblos blancos de la provincia de Cádiz pero separado de ellos 1200km.


Y llegamos a Cadaqués como quien llega con los pies arrastrando después de correr un maratón. La parte final recorriendo la costa, aunque es una preciosidad, se nos ha hecho muy larga por lo despacio que hay que ir en este tipo de carreteras, además, llevábamos una buena cantidad de kilómetros recorridos antes. 

Estamos en uno de los pueblos más bonitos que conocemos, es más, cuando respiramos se nos llenan los pulmones de paz y reposo, justo lo que necesitamos después del viaje.



Nos quedamos boquiabiertos viendo esta puesta de sol tan bonita que nos hace olvidar lo cansados que estamos.



26-09-12

Teníamos una cita a primera hora con el sol y puntuales a ella somos casi de los primeros en ver iluminarse Cadaqués.


No tenemos mucho que contar de nuestro último día de vacaciones moteras salvo que a partir de Lérida nos azotó un viento lateral bastante molesto hasta llegar a Zaragoza.

Hicimos un alto en el camino para visitar la Basílica del Pilar y alrededores.



Nos metimos en la misma Plaza jugándonos una multa


Después de comer un rico menu anticrisis y de comprar en una máquina parecida a la del tabaco La Cinta del Pilar, volvimos contentos a casa con una buena sesión de curvas y paisajes disfrutados a tope y recomendables a todo el que le guste unir naturaleza y conducción.

Hasta pronto. 

13 comentarios:

  1. Como siempre, magnifico reportaje, la verdad es que nosotros después de hacer menos de la mitad de la ruta que vosotros, nos quedamos con ganas de seguir, pero el tiempo no nos dio para mas.
    Saludos.

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    1. La suerte que tenemos es que en un suspiro nos podemos volver a plantar allí mismo otra vez y repetir lo bien que lo hemos pasado recorriendo esas carreteras.

      Un saludo Juan.

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  2. Fantastica cronica. Nosotros hicimos parte de la ruta pero no nos acompaño el tiempo. Tuvimos niebla por lo que los paisajes no se disfrutaron, pero si de la conduccion. Es una buenisima escusa para volver.

    La fotografia, el no va mas.

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    1. Repetiremos seguro tanto vosotros como nosotros.

      Felicidades por tu blog.

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  3. Estupenda ruta y mejor Cronica, muy instructiva, gracias ...

    Saludinessss ...

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  4. Me ha encantado. Que envidia (sana)... me gustaría hacer algo similar... felicidades.

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    1. Gracias Basanta, el que se lo propone lo consigue y esta ruta te esta esperando a un paso de casa.

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  5. Como siempre, una crónica magnífica, y con mejores fotos si cabe..., y aunque, he pasado casi por la mitad de la ruta, me falta por conocer la otra mitad, (desde el Cantabrico hacia el Mediteráneo), y tras ver tu reportaje, tengo más ganas que antes.

    Enhorabuena compañero.

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    1. Siempre nos quedarán por conocer sitios, eso es lo mejor y la excusa estupenda para volver.
      Un saludo.

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  6. Todo un espectáculo!!! Me vendrá de lujo para organizar mi ruta pirenaica. A ver si soy capaz de coronar los 34 puertos.

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  7. Qué pasada, he hecho algunos. Te invito a visitar mi canal de Youtube.
    https://www.youtube.com/channel/UC7mmIlEwMi2u9wCr529INpw

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  8. tengo previsto hacer esta ruta solo este verano, es aconsejable?

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