martes, 31 de enero de 2012

SALIDA DOMINGUERA FORO PAN-EUROPEAN.

Citando a Emiliano que resumió magníficamente esta salida motera:
"Diez motos diez, con sereno paso, firme y seguro, surcaron las anchas tierras que Castilla tiene en Guadalajara, en la fía mañana del veintinueve de enero del año 2012 de nuestro Señor.
Vive el cielo, que no conozco mejor manera de honrar el domingo que la de cabalgar en compañía de tan nobles y templados caballeros,señores del asfalto y del acero.
Y si dichosa fue la ida más dichosa fue la vuelta  por las rutas de la vega.
Gracias sean dadas a vuestras mercedes por los favores recibidos y que Dios os guarde en todos sus caminos."

A lo que respondí:
"De bien nacido es ser agradacido,
y no conozco manera mejor
de hacer público este favor
que difundiendo en este medio atroz,
mi gratitud por cabalgar junto a vos."
A las 10:30 en el punto de encuentro noreste con los depósitos llenos y ganas de montar en moto


10 motos con sus correspondientes pilotos y tres valientes acompañantes ponemos rumbo a Alcocer, cruzando pueblos con chimeneas humeantes, pues la temperatura no es para menos, llegamos al Restaurante Goyo, con frío en el cuerpo pero con el corazón caliente y con ganas de tomarnos unas cervecitas acompañadas de grandes bandejas de aperitivos además del reparador café calentito para recuperar el calor corporal.


Da pena abandonar la charla, los aperitivos servidos en grandes bandejas y sobre todo el calor humano que se nota en el interior del bar, cuando fuera, el termómetro está temblando de frío.
Algunos de los valientes que formaron parte de esta salida motera.








Nos despedimos de Alcocer pero dejamos grabado su posición para volver a no mucho tardar.

En ordenada e infinita fila india nos dirigimos al embalse de Entrepeñas.




Desde atrás se disfruta de una vista de grupo imponente: 10 motos en perfecta formación da seguridad al grupo y provoca el respeto de los demás conductores que nos ven pasar.
Como fui el "farolillo rojo" en la ida y en la vuelta me harté de cubriros las espaldas a todos LOL pero no me importa pues ir cerrando el grupo es una posición que me gusta llevar.
Cruzamos el embalse de Entrepeñas que si fuisteis observadores pudisteis comprobar que con el fuerte viento que soplaba se formaban olas pequeñas que rompían en la orilla, igual que si estuviéramos en la playa.


Desvío antes del primer túnel para hacer una parada

Hay que buscar un buen sitio para dejar la moto y volvernos a juntar todos.

Las tres bonitas joyas pertenecientes a este foro Pan-european y que dejaron el pabellón muy alto en cuestión de belleza moteril, además cada una en un color porque para gustos los colores.

Y ya todos juntos inmortalizamos la salida con una foto de grupo

Toca volver a casa pues la hora de la comida nos atrapa, todos a las motos y cada mochuelo a su olivo.

Para que no faltara de nada, en el camino de vuelta nos cayeron unos pequeños copos de nieve que hicieron más emocionante el regreso, menos mal que no fue a mayores.

En orden cerrado seguimos disfrutando de la marcha, dejamos atrás los nubarrones y vamos buscando la luz del sol

Un alto obligado en el camino me ayuda a hacer una foto con más detalle de los asistentes.



Y recorriendo la Ruta de las Vegas ponemos fin con este impresionante fondo a tan aprovechada y grata salida dominguera que ha servido para poner cara y nombre a algunos de los que pululamos en este foro.


Saludos a todos/as y ojala se vuelva a repetir más veces.

lunes, 23 de enero de 2012

MOTAUROS EN LA NIEBLA.

21-01-12.

Valga este título para describir el escenario principal en el que se desarrolló nuestra visita relámpago a esta Concentración de Tordesillas.

Y antes de empezar a contaros las vicisitudes del viaje, quiero confesar que en esta salida motera hubo ciertas personas que, con excusas peregrinas, eludieron la ocasión de pasar un buen día disfrutando de la compañía de los amigos y conduciendo la moto en las típicas condiciones que nos ofrece el invierno.
Viajeros curtidos en mil batallas, dieron la "espantá" y saltaron el burladero cobardemente ante la idea de dar un paseo invernal hasta Tordesillas.

Menos mal que todavía quedan hombres de palabra, estoy hablando de Antonio, que en esta ocasión es el único al que no le da miedo lo que diga "el hombre del tiempo", y coge su CBF600 con 70.000km a cuestas, y se presenta donde sea para  montar en moto hasta donde haga falta.


 Habíamos quedado a las 9:30 pero a mi siempre me pilla el toro y llego un poco más tarde. Mientras hablamos de todo un poco, podemos ver como pasan varios grupos de motos, cargadas hasta arriba, en la misma dirección que tomaremos nosotros, seguro que también van a la concentración.

Nos preparamos para dar un tirón y aprovechar la mañana tan soleada, aunque fría, que tenemos.


Antonio hará de road-lider, es decir: por donde tire el, tiraré yo. Vamos a un ritmo tranquilo, sin prisas, para no tentar a las autoridades a que se queden con nuestros puntos y nuestros dineros.

Elegimos subir por el Puerto del León que nos ofrece unos fresquitos 2ºC en su cima y también una bajada totalmente mojada y con restos de la nieve que cayó en abundancia este lunes pasado.

Voy pensando que todo esto me suena de la semana pasada, es un dèjá vu, pues el mismo camino y el mismo día azul tuve en mi viaje hacia Pingüinos.

A mitad de camino, en Martín Muñoz de las Posadas, y ya en la N-601, paramos en un bar a pie de carretera pues los dedos de los pies empezaban a enfriarse.


No hay pena que un buen café caliente no arregle, aprovechamos para entrar al w.c. y soltar líquidos innecesarios en el viaje, hablamos con la camarera, que también es motera y nos comenta que hace un par de horas había por allí bastante niebla. Antonio piensa que hoy vamos a tener suerte y no la encontraremos en lo que nos queda de viaje pero yo no estoy tan seguro. Los carteles que cuelgan de las vitrinas no tienen desperdicio.(pinchad en la foto)

Tenemos que seguir nuestro camino y pocos kilómetros después de dejar nuestro bar de avituallamiento nos está esperando la niebla como el perro que espera a su dueño, moviendo la colita de alegría, no hay más remedio que entrar e ir con "cuidadín".

Hay que sacar la navaja multiusos para cortarla y abrir camino, Antonio se pasa el dedo de su guante por la visera para poder ver con algo de claridad, este gesto empieza a ser cada vez más repetido y con menos intervalo de tiempo, terminando por no coger el manillar y hacer de limpiaparabrisas de modo continuo.

Yo voy algo mejor, en la cúpula se queda condensada la niebla y mi visera está limpia por lo que decido pasar yo delante para marcar el camino, en este momento se cumple la Ley de Murphy y aparece un camión que me hace estirar el motor de la Pan para salir airoso de la situación. 
Me hago amigo íntimo de la linea continua del arcén derecho y no pierdo de vista por el retrovisor la moto de Antonio.

Llegamos a Olmedo a tientas, aquí giramos a la izquierda para ir dirección Matapozuelos, se nos unen tres motos más que van en nuestra dirección, en perfecto orden, yo sigo liderando el grupo de penitentes.
De repente llegamos a Matapozuelos y casi nos damos de frente con la torre de la iglesia pues fué como si el telón de niebla que nos cubría se abriera y apareciera la torre delante de nuestras ruedas.

Antonio está totalmente mojado desde el pecho hasta la punta del casco por culpa de esta niebla meona, hay chaparrones que mojan menos, pero al mal tiempo buena cara. 


Como si estuviéramos sincronizados, en ese mismo momento aparece la comitiva de motos que salieron desde la Concentración en Tordesillas, y entre ellos llegan Rafa (sobrino de Antonio), Chema y Esau, tres moteros vallisoletanos en tres Hondas: VFR y CBR´s 600 respectivamente.


A Rafa le conozco desde hace unos años, de un viaje a Marruecos que hicimos junto a Antonio y Jose Pedro, con Chema y Esau también hemos coincidido en alguna ocasión.


En Matapozuelos se va a celebrar una exhibición del malabarista sobre dos ruedas Narcís Roca y la calle principal se encuentra vallada para dar seguridad a la demostración, hay bastante gente esperando.


A nadie pasa desapercibida una belleza como esta, aunque tenga cuatro ruedas y estemos en una concentración motera.
Como invitado se encuentra Randy Mamola, simpático ex-piloto del Mundial de Motos, que amablemente se hace fotos con todo el que se lo pide.
Mientras Narcis Roca va sacando todo su material de la furgoneta y va calentando motores para que las motos no se le calen por falta de temperatura,


yo me doy una vuelta por las calles del pueblo donde no cabe un alfiler y no hay hueco que no esté ocupado por una moto.








En la calle principal, Narcis ya ha empezado a hacer caballitos, invertidos, derrapadas, burn-out, demostrando el dominio que tiene de la moto, manejándola como si fuera una bicicleta.









Con este invento era capaz de hacer volteretas al frenar en seco la rueda delantera.

Por casualidad, también pudimos descubrir al causante de tanta niebla, la fabrica este Narcis desde dentro de sus motos, y es que tal demostración de dominio, hace que los embragues se quemen si o si.

Aparece también por allí Daniel (hermano de Antonio) y dos amigos más, que salieron de León esta mañana y vienen desde Medina de Rioseco viviendo dentro de la niebla, traen todo lo necesario para pasar el fin de semana en tienda de campaña dentro del campamento de la Concentración, estos si que son valientes.
Y mientras Narcis sigue quemando motos, nosotros nos metemos en un bar para tomarnos unas cañas, contarnos nuestras batallitas y calentar también nuestros motores corporales.


Entre charlas y risas llega la hora de ir a comer, tenemos que coger las motos y dejar el calorcito del bar ¡que pena!.

El corto camino que separa Matapozuelos de Tordesillas lo recorremos lo mejor que podemos, sin perder la rueda que llevamos delante. Parecemos los cinco jinetes del apocalipsis cabalgando entre las nubes.









Llegamos, por fin, a las puertas de la Concentración, y tras dar un rodeo para buscar sitio donde dejar las motos aparcadas (misión nada facil dada la cantidad de motos que hay), recoger los guantes de Esau que los había dejado amablemente sobre su moto para que el primero que pasase se los llevara, entramos dentro para vivir el ambiente.

Aunque el frío está presente (1ºC), el buen rollo y la alegría hace que no se haga notar tanto, dicen que sarna con gusto no pica y en estos momentos es una verdad como un templo.


Damos un paseo por la acampada y nos pedimos un par de bocadillos de chorizo a la plancha, bien calentitos, que necesitan varias servilletas para sujetar sus jugos sin derramarse, y que nos saben a gloria.


Como si estuviéramos en plena costa valenciana, no falta una buena paella, con marisco y todo.


Nos "purificamos" con el humo de las decenas de hogueras encendidas por los cuatro costados del campamento, pero no nos importa pues durante el camino de vuelta ya tendremos tiempo de ventilar los chaquetones.


Tenemos la oportunidad de ver motos raras, raras.


Otras más modernas pero también raras de cojones.


Motos antigüas pero en perfectas condiciones de uso.


Nos volvemos a encontrar a Daniel y sus amigos que buscan un sitio donde plantar las tiendas de campaña.


Motos que dan miedo con tanta calavera amenazante.


Otras motos, que seguro que sus diseñadores nunca pensaron que pudieran servir para estos menesteres.

Motoclubs que hacen derroche de simpatía y se ponen a tocar una marcha improvisada que seguro a ellos les sirve para combatir mejor el frío.

Las motos de los futuros moteros no tiene nada que envidiar a la de sus mayores.


Hay un simulador de conducción de moto para practicar el "pilotaje de salón"


Y Antonio, que sigue buscando una sustituta a su CBF600, se prueba sobre la marcha la nueva Triumph Explorer, no le queda nada mal ¿verdad?.

Viajeros impenitentes que adornan sus maletas con recuerdos de sus últimos viajes.


El café de despedida nos lo tomamos en el pueblo de Tordesillas, tomado completamente por las motos ya sea aparcadas, subiendo, bajando, yendo o viniendo, es todo un espectáculo ver tal cantidad de motos por todos los lados. 

Entre café y café salen propuestas para próximos encuentros: Iscar, Juarros de Voltoya, Talamanca, etc.
Inevitablemente tenemos que hacer un esfuerzo y mentalizarnos de que hay que volver a casa, da una pereza tremenda pues estábamos muy a gusto y en la calle esta bajando aun más la niebla.

Tras las clásicas despedidas volvemos a la ruta de vuelta engullidos por una niebla más espesa aún de la que sufrimos en la ida, mantener los 80km/h es una temeridad, vamos a unos 40-50km/h, vuelvo a ser el amigo pegajoso e inseparable de la linea continua, con el faro de la moto de Antonio alumbrando timidamente en mi retrovisor, como si fuera una luciérnaga con las pilas a punto de gastarse.

Nos faltan manos para conducir la moto, en una mano la catana para ir cortando la niebla, en la otra el bastón para tantear el camino (al perro guia tampoco le hubieramos dicho que no), el manillar de las motos lo sujetaba nuestro Angel de la Guarda haciendo horas extras. 

Hay que pasar de largo Olmedo para librarnos de la pesada niebla, momento en el que pasamos de la oscuridad a la penumbra pues son las 7 de la tarde y ya es de noche.

Subimos el Pto. del León que tiene sal para parar un carro, me despido de Antonio más rápido de lo que hubiera querido pues había quedado para cenar con Annette y por la hora que es, ya estoy viendo que voy a volver a llegar tarde por segunda vez el mismo día.

Y hasta aquí la salida de ida y vuelta hasta Motauros 2012, gracias a Antonio por la compañía, a Rafa, Chema, Esau, espero volver a coincidir con vosotros pronto, a Daniel y sus amigos espero que no pasarais mucho frío el fin de semana en el campamento, y a los que no vinisteis deciros que os perdisteis un día estupendo, lleno de risas y buenos momentos para recordar. 

Hasta la siguiente, saludos a todos.