Está claro que el otoño quiere demostrar su fama de impredecible en lo que a lluvia y sol se refiere.
Pasamos olímpicamente del Plan A que teníamos previsto hacer hoy, y sacamos de los armarios el equipo motero para darnos un tranquilo paseo pues hace ya semanas que no salíamos.
Annette incluso se anima a ir en su moto pese a que no lleva muy bien el frio propio de esta época del año, pero dice que ya me ha acompañado bastante estas vacaciones y quiere volver a conducir su Bandit.
No falta un poco de ironía antes de salir cuando me pregunta: La primera para abajo ¿no?.
Poco a poco vamos acercándonos a la sierra que nos enseña sus colores de temporada y a medida que nos acercamos las nubes ganan terreno al sol.
Recorremos estas carreteras teñidas de colores amarillos y rojizos
Con una pequeña alfombra de hojas secas que intentan ganar terreno al asfalto.
Tomamos el desvio para subir hasta un lugar singular, la Silla de Felipe II
Parece que el conocido entretenimiento de los jubilados en controlar como evolucionan las obras viene de lejos.
Se dice que desde esta roca, el rey Felipe II venía a observar la construcción del Monasterio del Escorial entre 1563 y 1584.
Bonitas vistas con el Monte Abantos de fondo y el manto otoñal que prácticamente cubre todo el bosque.
Pasamos un buen rato sintiéndonos como reyes en nuestro trono rocoso observando el paisaje.
Continuamos nuestro camino
Pasado el Pto. de la Cruz Verde hacemos un alto para observar el panorama
Seguimos dirección Avila y cruzando el puente sobre el rio Cofio podemos ver con tristeza los evidentes daños que causo el incendio del verano pasado en estos montes.
La lluvia ahora es intensa y volvemos a parar en el, cada vez más motero, restaurante de las Navas del Marqués esperando que la nube pase y nos de una tregua para seguir nuestra ruta.
¡¡Que buena costumbre la de los bares de la provincia al dejarte elegir el aperitivo que más nos guste!!, puesto que la temperatura ha bajado y el ambiente se vuelve más desapacible se imponen unas patatas revolconas que entonen el cuerpo.
Por más que esperamos a que pase la nube parece que esta se ha apalancado sobre nosotros. El panorama no tiene pinta de mejorar por lo que decidimos dejar nuestra ruta para otro día menos "húmedo".
De vuelta a casa me acordé de un bar motero que abrió hace tiempo y no conocíamos todavía, pensamos que hoy era un buen momento para pasar por allí.
Está en la c/Santa Engracia 108 y se llama MotorB.
Sus dueños describen el bar como un pequeño museo del motor, con unas paredes cargadas de historia, que hacen recordar a unos, despiertan la curiosidad de otros y no dejan indiferente a nadie.
Para más información tienen una página web http://www.motorb.es/
La ruta fue corta y nos quedamos con ganas de más pero el otoño es lo que tiene, puedes mojarte y secarte en el mismo día
A falta de ruta motera, con unas cañas en la barra también se pasa bien la tarde.
Salud y hasta pronto.
