jueves, 30 de mayo de 2013

A MITAD DE CAMINO.

Hace tiempo que conozco a Jesús a través de sus crónicas que habitualmente publica, para ponernos los dientes largos a los habituales del foro www.clubpaneuropean.com

Y como dos ruteros, amantes de los viajes en moto, no pueden tardar mucho en conocerse y saludarse en persona, quedamos hace pocos días...."a mitad de camino" de nuestras casas para compartir unos kilómetros y poder estrecharnos la mano.

A esta ruta se unió Miguel que por suerte vive cerca de mi casa y es más fácil coincidir  con el para hacer una salida motera a lo que siempre está dispuesto.

A primerísima hora de la mañana salimos Miguel y yo dirección sur por la A-4, aunque el cielo luce un esplendido color azul la ropa de abrigo no sobra.


Sin prisa pero sin pausa vamos sumando kilómetros hasta llegar al lugar de encuentro con Jesús en la localidad de Madridejos.


Tanto el como nosotros no conocíamos el pueblo por lo que quedamos en un lugar fácil de encontrar, el Ayuntamiento, y sin necesidad de sincronizar relojes, llega a la misma vez que nosotros al punto de encuentro.


Saludos obligados y la satisfacción de conocer en persona a alguien que hasta ahora solo sabía de el a través de la Red.

Un buen rato de charla calienta el animo para volver a nuestras tres joyas sobre ruedas, las tres con el mismo nombre, pero de diferentes colores, que están esperándonos y con ganas de cabalgar juntas.

La idea es visitar los molinos de viento de Consuegra y posteriormente descubrir una carretera que une Urda con Villarrubia de los Ojos.

Amplios campos de viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista nos acompañan a nuestro paso.



Con algún rodeo no planeado, nos acercamos a Consuegra donde, desde lo alto de la montaña nos ven llegar los famosos Gigantes........digo........ Molinos.


Haciendo un poco de pasarela de moda entre los vecinos de Consuegra, alguno se giraba para ver a estas tres bellezas.


Y ya en plena subida al Castillo y los Molinos de Viento tengo que confesaros que la vista desde atrás era preciosa.





Gracias a que Jesús también practica el "lanzamiento de foto" podéis ver que yo también iba en el grupo


En lo más alto de la montaña se podían contemplar estas vistas


Y también a estas hermanas gemelas de voluptuosas curvas, vestidas de gala en tres bonitos colores. ¿Cual os gusta más?.


La charla sigue y los Gigantes siguen atentos a la conversación.


Nos queda ruta por delante así que volvemos a arrancar nuestras motos, por suerte ninguno nos equivocamos de montura.


Bajamos al nivel del pueblo, despidiéndonos de los molinos que hoy tienen menos visitas que de costumbre.


Cruzamos el pueblo de Urda y nos adentramos en una zona de media montaña en la que primeramente encontramos largas rectas para mantener el manillar recto como una vela.





Seguidamente, bailamos con la moto por un trazando con curvas de buen asfalto rodeados de vegetación




El buen asfalto termina justo en el limite provincial entre Toledo y Ciudad Real, coincidiendo también con el momento en que nos encontramos el único vehículo con el que nos cruzamos en esta carretera.


Llegamos a Villarrubia de los Ojos y Jesús nos lleva hasta un lugar digno de ver: El Mirador de la Mancha


Un lugar que auna restauración, alojamiento y distracción, con una vistas fenomenales de la planicie manchega


Y que mejor sitio para tomarnos un aperitivo "light" y seguir con la charla amena.


Observados por la figura del famoso hidalgo Don Quijote de la Mancha


La reunión no dio para más, Jesús tenía obligaciones familiares que atender, pero este primer encuentro Norte-Sur tiene compromiso de repetirse en el futuro.

Nos despedimos de Jesús en la autovía, Miguel y yo alargamos un poco más la ruta de regreso evitando la autovía pues no tenemos tanta prisa.

El viento nos castiga todo el camino y hace difícil disfrutar de lo bonitos que están los campos por estas tierras.


Hora del café, ¿ y que otro lugar inmejorable para tomárselo tranquilamente que con las vistas de la Plaza Mayor de Chinchón ante nosotros?


Podíamos haber alargado la charla hasta el anochecer, allí sentados se estaba de lujo, os lo puedo asegurar.

Tenemos que repetir estas rutas y si es posible acompañados de más gente que seguro se apuntarán a la próxima ruta después de saber lo bien que lo hemos pasado.

Un saludo y hasta la próxima.

jueves, 9 de mayo de 2013

RUTA DE LOS PENITENTES 2013.




Hace tiempo llegó a mis oídos que un motoclub aragonés organizaba todos los años una Ruta Extrema consistente en completar un recorrido secreto hasta el último día, subiendo y bajando puertos a lo largo del Pirineo, tanto por la vertiente francesa como por la española, todo esto durante un día entero y con una cantidad de kilómetros acumulados al final de la jornada próximos a los 700.


Era un objetivo difícil de alcanzar y que les propuse realizar a mis compañeros habituales de ruta: Antonio y José Pedro. Posteriormente se unieron Rafa y, por un momento también quiso apuntarse Sergio y Ana pero las fechas coincidían con el G.P. de Jerez y prefirieron ir a ver las carreras.

La noche del 9 al 10 de febrero a las 00:00 horas se abrían las inscripciones y todos estábamos frente al ordenador para formalizar la inscripción antes de que se agotaran las plazas como suele suceder todos los años.

Con puntualidad británica rellenamos los campos que nos pedían para inscribirnos y momentos después teníamos la confirmación de la reserva con los dorsales que nos habían sido adjudicados.

Solo nos quedaba esperar a que llegara el día 4 de Mayo para intentar completar la ruta.

VIERNES 03-05-13.

Había quedado a las 9 de la mañana con Antonio y Rafa en la conocida "gasolinera del avión" pero sin querer, ya estábamos rodando juntos desde la M-40.

De todos modos, paramos en la gasolinera para saludarnos y dejar llenos los depósitos de las motos.


La ruta que íbamos a seguir estaba clara y no tenía ninguna complicación, todo recto hasta el hotel.


Rafa traía su recién estrenada ZZR1400 con el rodaje terminado y este sería su primer gran viaje con semejante "bicho".

Antonio marca el ritmo del grupo, Rafa le sigue, y yo voy cerrando el pelotón. José Pedro nos lleva ventaja pues salió ayer y nos encontraremos con el en el hotel de Panticosa.

Un día esplendido para rodar en moto, practicamente sin nubes, bastante aire de costado pasando por la zona de molinos eólicos en La Muela y la anécdota del viaje ocurrió en la circunvalación de Zaragoza,

Rafa toma la delantera del grupo y cuando llegaba a la altura del desvío hacia Huesca se pone a ajustarse los guantes, resultado: se pasa el desvío que teníamos que coger jajajaja.

Nosotros si tomamos el desvío, por el intercomunicador Antonio le dice que hiciera un cambio de sentido donde pudiera y que le esperábamos más adelante.

El cachondeo general estaba asegurado cuando apareció.


-"No corras tanto y quédate detrás de mi,.... que vas como loco", le decía Antonio.


En la autovía hacia Huesca hacemos otra parada en Zuera para llenar los depósitos y tomarnos un café.

Vamos con tiempo de sobra y tenemos los Pirineos a la vista. Por fin pasamos Huesca y termina la aburrida autovía.

Nos espera el Pto. de Monrepós que aunque está en obras para quitarle curvas y hacerle "más fácil", todavía mantiene el trazado en su cara norte.

A la hora de comer estamos en Sabiñánigo y aunque nos queda poco para llegar preferimos comer tranquilamente en un mesón que tiene muy buena pinta.


Desde aquí hacemos una llamada a José Pedro para saber dónde está, nos dice que está cerca de allí y se apunta a comer con nosotros, asi que le esperamos para juntarnos todo el grupo "penitente".


Ya sentados a la mesa, José Pedro nos cuenta con todo lujo de detalles sus andanzas desde ayer con la moto.


La parada para comer se alarga pues la charla es amena, pero nos queda el último tramo para llegar definitivamente al lugar de concentración por lo que tenemos que prepararnos y volver otra vez a las motos.


Nuestro destino es el Balneario de Panticosa, un lugar idílico entre montañas, que con las nevadas de los últimos días realzan aún más su belleza.
Encontramos muchas motos que han ido llegando a lo largo del día y ocupan su sitio en el aparcamiento improvisado a la entrada del hotel.


Lo primero que hacemos es formalizar nuestra inscripción en la mesa que la organización tiene al efecto


Y nos repartimos en las dos habitaciones que tenemos reservadas, a mi me toca con José Pedro y Antonio se queda con Rafa.

Con una ducha caliente en el cuerpo y la ropa de romano colgada en las perchas del armario nos damos una vuelta por las instalaciones del Balneario y echamos un vistazo a las muchas motos que han ido llegando.


En el edificio del Casino nos reune la organización para darnos "el libro de ruta" con el recorrido hasta ese momento secreto, para la etapa de mañana


Y unas recomendaciones referentes a desvíos mal señalizados, carreteras en mal estado, posibles heladas a primeras horas y demás desgracias que nos podrían ocurrir a lo largo de la ruta.


Con este panorama que se avecinaba para mañana, nos fuimos a cenar al comedor del hotel y decidir sobre la mesa la conveniencia o no de realizar la ruta marcada por la organización o bien, hacer nosotros una ruta paralela.


El debate estaba servido: las carreteras que estaban marcadas por la organización no son las más recomendables para hacerlas con motos como las que Rafa, Antonio y yo tenemos, José Pedro no tenía el mismo problema pues su GS está más adaptada a carreteras en mal estado.

Antonio, Rafa y yo no estábamos dispuestos a tener una caída, romper algo en la moto o eternizar la ruta en el tiempo por meternos por carreteras en mal estado, José Pedro si que estaba motivado para intentar hacer la ruta de principio a fin por lo que mañana realizaríamos nosotros una "ruta alternativa" y J.P. la oficial.

SÁBADO 04-05-13.

Nos habíamos acostado algo tarde, decidiendo sobre el mapa la ruta que seguiríamos, en principio teníamos pensado hacer otra, pero el resultado final fue el siguiente debido a "causas de fuerza mayor" que después explicaré.


El grupo que siguió la ruta oficial salió a las 6:00 de la mañana, nosotros comenzamos el día a una hora más humana, a las 8:00,  con un desayuno tipo buffet de esos que te tomas cuando estás de vacaciones, y lo hicimos en compañía de dos Guardias Civiles de Tráfico y un par de miembros de la organización.

Una hora más tarde arrancábamos las motos y empezaban a calentarse poco a poco, el termómetro no subía de los 6ºC y el frío se metía en los huesos.

Ya que nuestra particular ruta iba a ser más relajada, nos daría tiempo suficiente para hacer paradas y tomar muchas fotos del paisaje tan bonito que teníamos ante nosotros, cosa que la gran mayoría de participantes no pudieron hacer debido a la cantidad de kilómetros a recorrer, y la velocidad media tan baja que se alcanza en estas carreteras.

A pocos metros del Balneario, la primera parada para contemplar este bonito inicio del día.



Las cámaras de fotos y los móviles siempre los llevaríamos a mano porque las paradas se sucederían bastante.


Vamos en dirección norte, siguiendo carteles con indicaciones hacia Francia, nuestro primer puerto de montaña es el Portalet pero antes de alcanzar la cima y pasar la frontera, paramos en la última gasolinera española para llenar los depósitos de las motos a un precio algo más barato que en el país galo.


La ZZR1400 se queda hipnotizada mirando las cumbres nevadas del Pirineo.

Bajamos a buen ritmo el Portalet, ya estamos en Francia, tantas lluvias y nevadas han dejado huella en las carreteras y encontramos desprendimientos y corrimientos de tierra a nuestro paso.


 En Laruns giramos a la derecha para subir uno de los puertos míticos de esta zona, el col d´Aubisque.

Según vamos tomando altura tenemos la nieve más cerca de nosotros.


Paramos en un mirador al borde de la carretera para admirar el paisaje.



Los tres jinetes-montañeros junto a sus cabalgaduras.


Pasamos un buen rato con los ojos como platos, no queremos perdernos detalle de esta maravilla.


¡¡¡Que pequeños somos ante esta mole montañosa!!!


Aun no habíamos llegado a la cumbre del Aubisque por lo que volvemos a nuestras motos para recorrer las pocas curvas que nos quedan, perfectamente delimitadas entre paredes de nieve de más de tres metros de alto.



Superado este tramo llegamos, por fin, a la cima del puerto.





Mereció la pena subir hasta allí arriba, yo nunca había estado entre tanta nieve con la moto y fue una experiencia que me gustó. La carretera, aunque mojada, no tenía nieve en la calzada por lo que el peligro de resbalón estaba controlado.

Lo que allí arriba nos encontramos no nos gustó tanto.


La nieve cubría la carretera que lleva al Col d´Soulour y una barrera impedía seguir más adelante.

Desde aquí no podíamos seguir la ruta que teníamos prevista por lo que la única salida era volver sobre nuestros pasos.


Dejamos las famosas bicicletas gigantes medio enterradas por la nieve



Empezamos a bajar algo cabreados por este contratiempo


Pero como el paisaje seguía siendo fantástico las penas se olvidan al instante.



En el cruce de caminos al comienzo del puerto tenemos que tomar una decisión de por donde seguir la ruta.


O volvemos hacia España o damos un rodeo por el interior para evitar pasar por el Soulor y ya de paso también por el Tourmalet que igualmente estaba cerrado.


Entre el GPS y los mapas de toda la vida nos inventamos una ruta por "la Francia profunda" que al fin y al cabo nos salió muy bien pues las carreteras eran retorcidas, bien asfaltadas y cruzaban pueblos pequeños con un encanto especial. La mayor parte del tiempo fuimos por la D-937 por si queréis conocer la zona.

Nuestros pasos llegaron hasta la ciudad de Lourdes, lugar de peregrinación católica.


Pasamos muy cerca del Santuario


Y del castillo



Cruzando la localidad de Campan confirmamos nuestras noticias de que el Tourmalet estaba "Ferme".


-¡¡Que le vamos a hacer!!, decía Rafa.

Seguíamos con muy buena cara a pesar de estos inconvenientes pues el tiempo era inmejorable, cualquiera de nosotros habría firmado este tiempo para hacer la ruta.

La suerte es que hay Puertos en la zona para dar y regalar asi que, si el Tourmalet está cerrado seguimos hacia el Col d´Aspin.

En la subida a este puerto Rafa y yo quemamos un poco de adrenalina  pues la carretera invita a hacerlo.

En la cima, las vacas nos dan el banderazo de llegada.



Está claro que estas vacas no se alteran por nada ni por nadie, viven felices y no dejan de pastar por la llegada de tres moteros ruidosos como nosotros.


Lo que ocurre es que a los españoles nos sale nuestra vena torera y queremos salir a hombros de la plaza.



Nos jugamos la cornada pero dejamos la faena a tiempo sin llevarnos un pitonazo de recuerdo a casa..

Volvemos al paisaje que se ve desde aquí, mucho más agradecido y menos peligroso.


Se adivina la carretera retorcida de bajada que nos aguarda, no la vamos a hacer esperar mucho.

Bajamos hasta la localidad de Arreau y acto seguido ya estamos tomando altura para subir el Col de Peyresourde.


Nos lo tomábamos con tal tranquilidad y sosiego que daba tiempo a todo, incluso a jugar al escondite


Quedaba poco para volver a territorio español y pensar en comer y llenar el depósito de gasolina, solo un puerto más, el Portillón nos da paso al Valle de Aran y volvemos a entrar en España.


Bajamos hasta el valle y entramos triunfantes en Vielha con un hambre de mil demonios.

Conozco Vielha de haber estado varias veces antes, por lo que vamos directos al "Mandronius".


Apagamos motores por un buen rato para darle rienda suelta a la lengua y a llenar el estómago.


Nos lo hemos ganado por lo bien que lo hemos hecho...y por lo bien que lo estamos pasando!!!!


Una pena tener que levantarse de la mesa con lo a gusto que estábamos pero a esas alturas todavía no habíamos hecho la mitad de la ruta.

Antes de salir de Vielha llenamos los depósitos de las motos.


Salimos del Valle de Aran por un largo túnel en el que debían tener el aire acondicionado encendido porque el termómetro fue cayendo en picado hasta los 7ºC.

Una excitante carretera N-230 que hacemos en suave bajada y nos lleva hasta el cruce con la N-260


El primer tramo hasta Castejón de Sos la carretera está en un estado lamentable y no merece llamarse Nacional.
Al menos, las vistas que nos ofrece la carretera son fenomenales.




Antonio aprovecha la parada para regar el huerto.


Pasado Castejón la misma carretera mejora notablemente y nos metemos de lleno en el Congosto del Ventamillo.


Una garganta abierta en la roca




En lo más profundo de la hendidura fluye el cauce del río Ésera.


Lugar de paso obligado en esta Ruta de los Penitentes.



Nos impresionó conducir entre estos cortados rocosos donde apenas entra la luz del sol.


Sin dejar en ningún momento el Eje Pirenaico nos los pasamos en grande por el tramo que nos lleva hasta Ainsa.


Antonio, tan cuidadoso siempre con su moto, aprovecha la parada para hacer las labores propias del mantenimiento de la cadena, aunque con una postura algo peligrosa.


Pasamos por Broto y muy cerca de Torla, puerta de acceso al Valle de Ordesa.


Casi terminando la jornada, hacemos el Puerto de Cotefablo, una maravilla de trazado que nos deja con una sonrisa de oreja a oreja dentro del casco.

Cansados pero muy contentos llegamos al Balneario de Panticosa después de 12 horas subidos en la moto recorriendo las carreteras tan espectaculares que hay por allí.


Y no nos olvidamos de nuestro amigo José Pedro que llegó poco más tarde que nosotros, después de haber completado todo el recorrido sin equivocaciones, sellando su tarjeta en todos los controles de paso y con una cara de felicidad que lo decía todo.


Después de pasar por las verificaciones de la organización.


Le entregaron su bien merecido diploma


Durante la cena hablamos largo y tendido de nuestra ruta y de su ruta, de nuestras paradas para charlar y ver el paisaje y de sus vivencias con otros participantes, de lo mucho que habíamos visto y del curso de pilotaje que había practicado a lo largo del día.

Terminada la cena, José Pedro se fue a descansar y nosotros que somos más golferas, aprovechamos el calorcito de la enorme chimenea que tiene el hall del hotel...


...para tomarnos un café y seguir contándonos batallitas hasta altas horas.


DOMINGO 05-05-13.

Hoy es día de volver a casa, cuando te lo pasas bien parece que el tiempo corre más rápido y ese era el sentimiento que teníamos, se nos había echo corto el fin de semana.

Hemos dormido poco y la gente parece que sigue descansando porque las motos esperan pacientemente a sus dueños en el parking.





Está claro que la ruta es un éxito de participación y no hay un hueco libre donde no este aparcada una moto.

Para empezar bien el día lo mejor es un buen desayuno y aprovechamos el buffet como si no hubiera un mañana.


Para no pisar mucho la tediosa autovía, José Pedro ha preparado una de sus rutas con encanto.


Con algo de retraso sobre el horario acordado nos despedimos de Panticosa y de sus increíbles paisajes de postal.


Bajamos por la muy motera carretera A-132 hacia el Embalse de la Peña


Y cruzamos su estrecho puente de hierro



A nuestro lado nos vigilan los Mallos de Riglos, impresionantes formaciones rocosas llamativas desde la lejanía.


Nos sobra ropa, aprieta el calor y ni circular junto al río Gallego nos refresca un poco.


En Ayerbe nos desviamos hacia Ejea de los Caballeros, por una carretera con sus baches y su gravilla suelta que vamos dejando atrás con paso tranquilo.

Entramos en la provincia de Navarra


Larguisimas rectas que se pierden en el horizonte ante nosotros por Las Bardenas Reales


Territorio propicio para soltar los 200 y pico caballos de la ZZR1400 de Rafa.


Habíamos quedado que a las 14:00 teníamos que estar parados en algún sitio civilizado para ver la carrera de MotoGP y comer algo. A esa hora estábamos en Tarazona.


Buen menú y victoria de Dani Pedrosa, no se podía pedir más.


Dejamos Tarazona, amiga inseparable de su fiel Pico Moncayo que aun conserva nieve en la cima.


Y con la canción en la cabeza de: " ....voy camino Soria..." pasamos esta ciudad y enlazamos con Medinaceli, unos pocos kilómetros después ya estamos entrando en el garaje de casa, con una cantidad de mosquitos en la moto propios de las fechas en las que estamos.


Nuestra ruta fue fantástica, la compañía excepcional, la organización de la reunión de lujo, el tiempo no pudo portarse mejor con nosotros.

Personalmente prefiero buenos asfaltos con infinidad de curvas, disfrutar con paradas y haciendo fotos de los lugares por los que circulo. No resisto la tentación de pasar por un sitio bonito con la moto y no parar para llevarme un recuerdo fotográfico y recrearme contemplándolo.

Mi enhorabuena a José Pedro y a todos los que cumplieron fielmente con el recorrido, respetando las normas de circulación y a los demás participantes en la carretera, a algunos no les quedó claro que no se trataba de una prueba de velocidad en la que se daba premio al primero en llegar.

Un saludo y hasta la próxima.