martes, 14 de enero de 2014

RUTA AVENTURERA HASTA "CIUDAD DUCAL"

Ya habían pasado las fiestas navideñas, las uvas, las felicitaciones y los buenos propósitos para el nuevo año y todavía no había salido a dar un paseo con la moto, esto tenía que remediarlo inmediatamente.

Para recuperar las buenas costumbres moteras decidí buscar en el mapa uno de esos lugares perdidos pero a la vez cercano, por donde hemos pasado muchas veces pero nunca hemos tomado el desvío que nos lleva a descubrir ese tesoro escondido que merece la pena visitar.

El día no podía estar mejor elegido, pleno mes de enero pero con unas temperaturas propias de la primavera.

Por la carretera apenas había coches, son las ventajas de salir un día entre-semana. Puesto que llegué a la Sierra antes de lo que esperaba hice una parada junto a un gran monumento que siempre admiro a lo lejos.

El Monasterio de El Escorial.


Felipe II mandó su construcción y tardó 21 años en terminarse.


Fue residencia de la Familia Real y considerado como la Octava Maravilla del Mundo.


La visita interior la dejé para otro día porque mi moto ya se estaba quejando y quería seguir el paseo.

Subí por la conocida carretera hacia el Pto. de la Cruz Verde y después de calentar los flancos del neumático con las cuatro curvas cerradas que tiene hasta su cima, me paré en el segundo bar que más frecuento.

No soy mucho "de bares" pero cuando trabajo, un café en "La Bodeguilla" con los compañeros es el primer paso para que la tarde no se tuerza.


Aparcar así solo se puede hacer un día como este, si fuera sábado o domingo sería imposible por la cantidad de motos que se juntan en esta explanada.

Me tomé el café despacio, saboreándolo y recordando mentalmente el camino que me esperaba en cuanto pidiera al camarero la cuenta.


Volví a la moto y durante muchos kilómetros me lo pasé en grande, trazando curvas y más curvas sin que nadie me cortara el ritmo.

 Para mi, hasta ese momento la ruta era conocida no,....lo siguiente.

A partir de ahí apareció el desvío que tenía que tomar y me metí en un bosque lleno de pinos de gran altura que no dejaban ver el horizonte.

Entre mi moto y el destino de mi ruta se interponía una desafiante garita de vigilancia y una barrera


Urbanización Privada-Garita-Barrera... no estaba muy seguro de que pudiera seguir más lejos de donde había llegado.

Arranqué la moto, metí primera y pasé muy despacio bajo la barrera, con miedo de que me cayera encima, hace tiempo vi caer la barrera de un peaje sobre la luna delantera de un coche, en este momento yo llevaba el casco puesto por si acaso.

No pasó nada y avancé hacia la garita, esperaba que saliera un malhumorado Vigilante de Seguridad con espaldas anchas como un armario ropero para decirme que me diera la vuelta y volviera por donde había venido, pero de allí no salió nadie por lo que una vez pasada la garita aceleré fuerte y metí segunda perdiéndome entre los pinos.

Es una zona de lo más solitaria, tenía memorizado más o menos por donde debía ir pero el detalle de que el asfalto terminara y dejara paso a un camino de tierra no estaba previsto.


Gracias a que en los últimos meses he retomado mi afición al montain bike, este camino arenoso salpicado de roderas traicioneras lo superé de forma fácil, subido sobre los 300kg de moto que llevo bajo los h___s .

Ante mi se presentaba un dilema.


Ya que me había metido hasta allí tenía que intentar llegar a los dos sitios ¿no?.

Tiré la moneda que me devolvieron en el bar de la Cruz Verde al aire y salió cara, al Embalse me fui de cabeza.

Un buen trecho dando saltitos por el camino pedregoso que lleva al embalse.


Pero una vez en el, hay que reconocer que había valido la pena meterse por allí con la moto.


A pesar de no ir vestido apropiadamente para hacer senderismo di una vuelta a este tranquilo embalse


Todavía me quedaban más cosas que descubrir en el interior de este bosque de pinos por lo que, volviendo por el mismo camino, di con el Lago que había dejado para ver en segundo lugar.


Otro remanso de paz y tranquilidad.
Dicen que este lago se utilizó para grabar el anuncio de la Lotería de Navidad del 2006.


Incluso tiene un embarcadero que aproveché para dejar aparcada la Paneuropean.


Y a pesar de que no soy muy aficionado al paseo como algunos/as  ya sabéis, la ocasión merecía hacer una excepción.


Con la tensión en 12/6 y 45 latidos por minuto, todo ello gracias a la tranquilidad que se respiraba en el lago, volví para romper el silencio de la zona con el silbido del motor de la Pan y buscar un último secreto escondido en este parque natural.

Todo este parque fue de los Duques de Medinaceli y para observar su belleza y cuidar de que no hubiera incendios, encargaron hacer una atalaya de vigilancia al mismísimo Gustave Eiffel (el mismo que después construyó la Torre Eiffel en París).


Me costó un poco dar con ella pero finalmente la encontré


Se puede considerar la hermana pequeña de la famosa torre de París


Entre la tensión de la conducción off-road y los paseos que llevaba en el cuerpo me entró un poco de hambre y de camino a casa paré en otro conocido bar al borde de la carretera a reponer energías.

Es un buen sitio para parar a comer, tapear o solamente a tomar una caña y con el aperitivo que te ponen ya has merendado.


El bar-restaurante está a la entrada del pueblo de Navas del Marqués y puesto que todavía tenía tiempo decidí visitar lo más llamativo del pueblo que es su Castillo-Palacio de Magalia.

Construido en 1541 por los primeros marqueses de las Navas hoy es propiedad del Ministerio de Educación y se utiliza para seminarios y congresos.

Un vigilante me informó que en esta época del año solo se pueden visitar sus alrededores y el patio interior






La tarde ya no me dejaba mucho más tiempo para la aventura por lo que me inventé una ruta distinta para volver a casa.
Procurando siempre elegir el camino más divertido.


Sin perder de vista estas panorámicas tan bonitas de la sierra.



Para terminar la ruta, ya a punto de anochecer, tuve que parar para grabar este atardecer tan espectacular que me regaló esta ruta aventurera.


Hasta la próxima.