viernes, 28 de febrero de 2014

MISION: CARGAR BATERIAS.

Después de aguantar el paso de una ciclogénesis detrás de otra semana tras semana desde primeros de año, de tener la moto sin poder mover del garaje acumulando polvo, la batería en niveles mínimos de carga pidiendo urgentemente salir a reponer la fuerza que ha ido perdiendo por estar parada,  parece que por fin, el tiempo nos daba una tregua durante un par de días y no queríamos perder esta ocasión.

Nuestros amigos Alberto y Arancha estaban en el mismo caso que nosotros, ellos por lo menos habían ido a la Concentración de Pingüinos a primeros de Enero pero desde entonces, la batería de su BMW también perdía fuerza por momentos.

Nos debíamos encontrar en el Puerto de la Cruz Verde a las 10:30 pero eran las 10:00 cuando salíamos de nuestro garaje. El camino para llegar hasta el punto de encuentro lo tuve que cambiar y fuimos por la ruta más rápida, y doy fe que fue muy rápida.
La Paneuropean espabiló pronto del reposo al que se había acostumbrado, a la vez que empezó a cargar la batería desapareció la carbonilla que podía tener acumulada.

De todas formas no se pueden hacer milagros y llegamos con retraso a la cita, ellos ya estaban en la terraza del puerto, acompañados por el padre de Alberto que también es motero y nos acompañó un tramo de ruta a lomos de su R1150RT.

La ruta la tenía memorizada en la cabeza, buen asfalto, muchas curvas y un ritmo alegre pero seguro. En cuestión de climatología tuvimos un poco de todo, nubes, claros e incluso niebla al acercarnos al río Alberche.

La primera parada la hacemos en Venta del Obispo, aunque luce el sol la temperatura no pasa de 6ºC, la terraza que tenía preparada el bar en la calle era tentadora pero cuando entramos en el interior y vimos la chimenea funcionando a toda mecha ya no hubo más dudas en cuanto a dónde quedarnos..


El aperitivo no podía ser otro que el más típico de la zona en estas fechas: unas revolconas.


Nos costó salir de allí por lo a gusto que estábamos, sentados alrededor de la mesa junto a la chimenea, pero nuestra "misión" tenía que continuar.

No dio tiempo a que las motos cogieran calor en sus motores cuando estábamos parando otra vez en un impresionante mirador: el Puerto del Pico.


Imponente la Adventure de Alberto y Arancha.....si no estuviéramos tan contentos con la Pan.....


Alguien se debió dejar las ventanas abiertas porque corría un vendaval bastante molesto.


Nosotros también posamos.


Entre el fuerte aire que soplaba y el frío que hace en esas alturas aguantamos poco allí arriba y enseguida comenzamos a disfrutar de la carretera que baja hacia Mombeltrán.

Conforme bajábamos hacia el valle ganábamos temperatura y cuando terminamos la bajada la temperatura volvió a ser muy agradable.

Hicimos otra parada a los pies del puerto pues era hora de comer.


Mientras comíamos charlamos de todo pero el tema estrella fue los viajes moteros que tenemos en mente

Con el estómago lleno y las ganas de seguir montando en moto renovadas propuse dos rutas posibles para ir volviendo a casa, por mayoría absoluta salió elegida la ruta más divertida (no esperaba menos de vosotros).

Para amenizar el regreso subimos la retorcida carretera del Puerto de Mijares y aunque no queda nieve por ningún sitio si que pudimos ver que el frío todavía es dueño y señor en las umbrías.


¡¡¡¡CARAMBANOS!!!!


Con lo poco que le gusta el frío a Annette y lo contenta que está aquí posando.


Seguimos bajando el puerto con cierto cuidado porque había muchas curvas con arenilla, luego el asfalto mejora enormemente y practicamos el arte de la trazada con una sonrisa imborrable dentro del casco.

Mi intención era parar a tomar algo en el bar motero de Navaluenga pero nos encontramos que estaba cerrado por "incendio", esperemos que sea poca cosa. 

Hicimos otra tirada larga y justo cuando nos empezaba a doler el culo, unos amables Guardias Civiles nos invitaron a parar a la derecha para que, a la vez que descansábamos un poco les enseñáramos la documentación de las motos.


No tuvimos ningún problema y todo estaba correcto por lo que continuamos nuestro camino llevándonos para nuestro recuerdo una foto del momento.

Y el día no dio para mucho más, nos despedimos en la Cruz Verde hasta que volvamos a poner en marcha nuestras motos (que será pronto), volviendo nos chupamos 30km de atasco por un accidente a la entrada de Madrid por la A6, menos mal que con la moto fuimos avanzando poco a poco entre la fila de coches. 

Esta es la ruta final que recorrimos.


La misión de la ruta se cumplió de sobra, ahora nos queda que no pase mucho tiempo en repetirla.

Un saludo y hasta pronto.