viernes, 14 de marzo de 2014

"LA PRIMERA PARA ABAJO."

Esta fue la frase que le dije a Annette cuando se subía a la moto después de cinco meses esperando a que amaneciera un día con temperaturas suaves  para conducir su moto sin pasar frío.

La Bandit arrancó como una campeona, por suerte para ella, me encargo de sus cuidados mientras pasa el invierno en dique seco.

Conducir la moto es como montar en bici y en este tiempo no se le había olvidado así que nos pusimos en marcha para aprovechar el día lo máximo posible.

Comenzamos la ruta saliendo de Madrid por la A-2 con los aviones sobrevolando nuestros cascos .


Pasados los primeros kilómetros en los que moto y conductora volvieron a conocerse, hacemos la primera parada porque todavía estamos en ayunas.

Puesto que es domingo, lo clásico es desayunar unas buenas porras.


Mientras desayunamos, podemos ver en la calle a los vecinos del pueblo plantando olivos.


Seguimos nuestro paseo dominical haciendo otra parada en un pequeño pueblo: Nuevo Baztán.


Como podéis ver, el día era realmente bueno para salir en moto y pudimos ver motos hasta debajo de las piedras.

Impresionante la fachada del Palacio de Goyeneche que preside la Plaza Mayor.


Volvemos a la ruta cruzando pueblos de calles estrechas.


Y buscando la mejor trazada para recorrer estas carreteras tan entretenidas.


Los meses que Annette ha pasado sin practicar no se le notan mucho y pronto coge soltura.


Alguna recta también encontramos pero procuramos que fueran pocas.


Sin darnos cuenta miramos a las alturas para observar que hemos llegado a Brihuega


Siguiendo el cauce del río Tajuña encontramos esta cascada natural que bien merece una parada.


Y llegando a Cifuentes hacemos otra parada más ya que es la hora del aperitivo.


Os puedo prometer que allí sentados se estaba de lujo y se nos pasó por la cabeza la idea de quedarnos a comer pero Annette no estaba cansada y quería seguir la ruta.

Nos quedaban muchas curvas y paisajes por recorrer.

Las chimeneas humeantes de la Central Nuclear de Trillo y las Tetas de Viana son testigos de nuestro paso.


La carretera se empieza a retorcer y el ritmo pasa de "modo paseo".....


....a "modo como te duermas me escapo".



Con todo lo que ha llovido estos meses atrás el pantano podía estar más lleno pero aun le falta mucho para llegar a su máxima capacidad.


Seguimos bordeando el pantano y disfrutando de imágenes como estas.



Es hora de comer y otra de las cosas típicas que pasan los domingos es comer paella


No fue la mejor que hemos probado pero se dejaba comer. Lo que estuvo de vicio fue la mousse de chocolate que nos pedimos de postre.


Volvimos a las motos con los estómagos llenos y las ganas de seguir montando en moto renovadas por eso nos acercamos a un pueblo cercano con aire medieval.


El Castillo, que en otro tiempo perteneció a la Orden de Calatrava, y protegía la zona de invasiones almohades, ahora está casi derruido pero aun es considerado bien de interés cultural y puede visitarse.


Y de vuelta a casa comentamos que ojalá el tiempo se calme y se mantengan estas temperaturas muchas semanas, que ya estamos hartos de agua y frío.

Los almendros están anunciando que la primavera está a punto de llegar y con ella las salidas moteras seguro que se harán más habituales.


Hasta pronto.