miércoles, 17 de junio de 2015

MARCHA MOTERA EN HOMENAJE A LA BANDERA

 No teníamos planeado nada para hacer el domingo pero el sábado por la noche, navegando por Internet, encontré anunciada esta Marcha Motera que tenía muy buena pinta.


Llegamos con el tiempo justo pero ya pudimos comprobar que muchos más moteros habían tenido la misma idea que nosotros.





Incluso un reportero de Telemadrid cubría la noticia y hacía entrevistas momentos antes de arrancar motores


A la hora prevista por la organización nos pusimos en marcha.





La diosa Cibeles nos miraba con envidia y, de haber podido, se hubiera bajado de su carroza y se hubiera subido en alguna de las muchas motos que rodeaban su plaza.





Seguimos nuestro camino escoltados en todo momento por motoristas de Policía Municipal y Guardia Civil que iban cortando los cruces principales para que todos pudiéramos pasar sin que la caravana se parase.



Entre las muchas motos que formábamos la marcha, hay modelos que merecen una atención especial.


También pudimos ver adornos originales y simpáticos.


Ocupábamos todos los carriles del Paseo de la Castellana, esta vez las motos éramos las dueñas de la calle.






No podía faltar una tremenda pitada en el interior del túnel de Plaza de Castilla que hizo retumbar sus cimientos.


Nos despedimos de Madrid y los madrileños de nosotros.


Seguimos nuestra particular marcha por la M-607, carretera de Colmenar Viejo.




Pocos kilómetros después ya habíamos llegado a las puertas del Cuartel de El Goloso.





Y siguiendo las indicaciones de la organización, aparcamos las motos en la explanada principal del cuartel.





Tenían preparada una exposición de vehículos y medios materiales con los que cuentan, para que los pudiéramos ver de cerca.
















Las Misiones Internacionales en las que han participado los soldados de esta unidad del ejercito, falta añadir en el monolito que hace un par de meses salieron nuevamente hacia el Líbano.


La intendencia para tanto motero hambriento también estaba solucionada con tres carpas y sus correspondientes lonas mimetizadas, en cuyas planchas siempre calientes, no paraban de saltar lonchas de panceta, chorizo, lomo, etc, etc. 




Antes de terminar la visita hicimos un recorrido por el parking  para ver motos de esas que llaman la atención por uno u otro motivo.







Como todavía era pronto y nos daba pena volver a casa, dimos un rodeo para hacer unas curvas por la carretera de el Pardo y terminamos sentados en una terraza con unos platos para picar sobre la mesa.


Un punto final a un domingo precioso para salir a disfrutar de la moto.

Un saludo.